13. Perdida en Mystic Ruins

Se había ido... se fue sin despedirse, se fue sin nisiquiera dejar una nota, sin darme un beso.... Tails me contó que su padre estaba muy enfermo y que había ido a, quizá verle por última vez... pero esa no era razón para irse así.. ¿Acaso había hecho algo mal? ¿Acaso ya no le importaba?

Pasaron dos largos meses sin saber nada de él, y mis esperanzas de que volviese cada día se apagaban más... No sabía que hacer ni a donde ir, me sentía tan sola... Aquel día había salido a pasear, los recuerdos de aquella noche vinieron a mi cabeza... sus manos acariciándome, sus besos sobre mi piel, su cuerpo sobre el mio moviendose lentamente y luego cada vez más y más rápido...y aquel momento en el que la pasión nos cegaba, en el que el placer se hacía dueño de nosotros...en aquel momento nos pertenecíamos el uno al otro... Pero ahora ya no estaba... una lágrima resbalaba por mi mejilla y empecé a correr...

Corrí tanto y tan lejos que cuando me quise dar cuenta no sabía donde estaba, había mucha niebla y extrañas estatuas... Nunca antes había estado allí, y ahora estaba perdida... Escuché un ruido detrás de mi y empecé a correr, chocándome contra un ciempiés gigante. Este me atacó... yo traté de terminar con él pero era imposible, parecía como si se regenerase...

De pronto un extraño ser surgió de aquella densa niebla, era una mezcla entre un gato y un búho, la verdad nada agradable ni a la vista ni al olfato, pero bueno... aquella... "COSA" mató a aquel ciempiés. Después se acercó a mi.

"Pequeña, no deberías estar sola por aquí.¿Te has perdido?" Preguntó

"Si.... yo... ¿Donde estoy?" Respondí.

"Estás en Mystic Ruins. Perdona, no me he presentado. Me llamo Big... y este es mi amigo Froggy".

"Yo me llamo María Rose."

"Bueno María...¿Quieres que te ayude a volver a tu casa?"

Big fue muy amable al acompañarme hasta el sendero que conducía a Green Hill. Una vez allí se despidió y yo continué mi camino. Pasé junto a la casa de Tails y le vi... Shadow había vuelto... Pero yo estaba molesta.... me juré a mi misma que no entraría... así que fui a mi casa y lloré tumbada en mi cama hasta que me quedé dormida...